martes, septiembre 26, 2006

CUBA
Cómo describir algo indescriptible. Cómo explicar lo que vivimos en esa ciudad, en esa isla. Cómo poder contar qué es lo que nos atrapó, lo que nos dejó sin sentido. Me es imposible. Llevo dos meses intentándolo, pero las palabras no salen, los sentimientos se golpean unos a otros en mi cabeza, en mi corazón, pero no puedo sacarlos. Igual los quiero sólo para mi.
Sus gentes, su carácter, sus playas, sus calles, sus terrazas, sus poetas, sus músicos, su jazz, sus mojitos, sus daikiris... ¿Cómo explicar todo eso? No puedo, lo siento. Tienes que ir allí. Vivirlo. Sentirlo. Entonces podrás comprenderme, mientras tanto, sólo seré para ti una simple loca con depresión posvacacional. Pero, en el fondo, tú también sabes que no es así.
No es que merezca la pena, es más que eso. Es el lugar al que todos hemos soñado escapar en más de una ocasión. Huir y vivir, al fin, con una tranquilidad que para nosotros es mucho más que una desconocida.
Me cuesta tanto elegir una sola foto y a la vez me cuesta tantísimo tener que verlas para elegir una... Escuchar el son, cerrar los ojos e imaginar por un sólo instante que estoy allí. Es algo, simplemente, tranquilizador.
Prometo que en próximas entradas contaré más de una de las divertidas aventuras que viví con la Pu y en el Franxu en esa isla, en ese paraiso llamado Cuba.

5 comentarios:

júlia dijo...

Puedo confirmar que es cierto lo que la loca con sindrome postvacacional intenta explicar en esas entrecortadas líneas cubanas. Llegamos a la isla con una tormenta tropical interior, cada uno por lo suyo, y volvimos con la paz de contemplar un atardecer en el malecon. Pocas cosas se pueden comparar con esa experiencia: un traguito de ron con los ritmos cubanos que llegan al ritmo de las olas que rompen en el muro que da vida a la ciudad que renace. La Habana se cae pero "el comandante" ha querido recuperar la cité y en horas las calles pasan de ser ruinosas a bellas vias adoquinadas. Sus ciudadanos se transforman en cuestion de segundos en trobadores, poetas o expertos bailarines. Y entre una cosa y otra pueden disertar horas sobre teoria política, sobre revolución o simplemente sobre el ser humano y la sociedad, algo que aqui casi se ha olvidado. Cuba no es de este mundo, cuba es el paraiso, un eden que puede verse en los miles de ojos de las personas que se acercan al atonito visitante simplemente para conversar sin prisas al amparo de la brisa del mar, hermosa costumbre.

Creu dijo...

No me hagas llorar PU!!!!!!
Lo echó tantísimooooooo de menos

júlia dijo...

pu no se trata de llorar, sino de disfrutar de lo que vivimos en aquel paraiso, y lo que queda por venir!!!!! Aunque yo no pueda participar en esos maravillosos viajes por la alta mar murciana.

astronauta dijo...

cumplimentando compromisos contractuales y acrecentando la leyenda de este endogámico recuerdo caribeño, nada más me resta que sumarme a las lágrimas de tan gratos recuerdos...

júlia dijo...

Por desgracia yo sumo a esas lágrimas otras mucho más amargas, que en esta ocasión nada tienen que ver con la felicidad que por otra parte dudo que me alcance algún dia. Mientras, no me queda más que vivir en los recuerdos, que de momento aportan más sonrisas que el presente. Volverán esos tiempos mejores verdad, y a que no volveré a equivocarme?
Ai Cuba cuanto te echamos de menos!!!!!!!