martes, noviembre 07, 2006

NO TE TOMES EN SERIO QUE NADA QUE NO TE HAGA REIR

Ésta debería ser nuestra máxima. ¿Qué ganamos preocupándonos por cosas, situaciones o comentarios que no nos hacen reir? Sólo conseguimos una cosa, preocuparnos más y matar y matar nuestras lindas neuronas (que ya están bastante afectadas por los litros y litros de alcohol, así que dejémoslas descansar un poquito, no?).

Hace unas semanas, en una cena en casa de Nacho, tras saborear su exquisita tortilla, hubo momentos para recordar viejos tiempos de facultad y sacaron auténticas reliquias, sus primeros cómics... Uno de ellos captó mi atención porque finalizaba con una frase que, precisamente esa noche, fue como un dardo que provocó unas convulsiones en mi cabeza "No te tomes en serio nada que no te haga reir".

Sólo esas pequeñas cosas que provocan que salte una sonrisa o una carcajada son las que, de verdad, merecen la penas. Son las que con el tiempo, una vez han pasado las nubes negras, conseguimos recordar y así añorar esos momentos, esas palabras...

No tengo nada más que decir, no es necesario decir nada más, salvo "aplica esta máxima" NO TE TOMES EN SERIO NADA QUE NO TE HAGA REIR (igual a fuerza de repetirla muchas muchas veces empiezo a tomármela en serio, de verdad jejeje ;)

1 comentario:

júlia dijo...

Puuu, me prestaste esta entrada pero no la utilicé. En ese momento la necesitaba pero que no tuve demasiadas fuerzas para creermela. Ahora creo que sí soy capaz de creermela. Tanto que empece a aplicarmela nada más la escuche. Aunque interiorizarla.... es otra cosa. Podríamos decir que la descubrí mientras grababa esos estupendos vídeos de Paco go-go, con PUTWO y PUTHREE bailando como locas... El mal momento general se convirtió pronto en un recuerdo gracias a vosotros, a todos porque una sonrisa para mi es tan importante como una carcajada, quizás más. Pero sobre me lo creo por algo que para nada me hizo reir, esa tremendamente efectiva terapia de choque que practicas que me permitió redescubrir que la felicidad a veces es tan simple como poder reir y reir. Así que yo añadiría a este gran axioma que sacudir con la cruda realidad también permite ser feliz. Vamos a tomarnos en serio lo que nos hace reir sobre todo porque somos capaces de tenerlo.